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La volumetría de esta casa está dictada por dos factores contrapuestos: Por un lado el terreno en pendiente, situado en segunda fila de playa y perpendicular con respecto al mar. Por otro lado está la exigencia del cliente – un antiguo atleta de Triatlón – de incluir en el proyecto una piscina de 25mt. La respuesta a dichas exigencias es un edifico de dos plantas, largo y estrecho que se desarrolla siguiendo el perfil del terreno, flanqueado por la piscina.
La masa se articula en dos volúmenes: una base casi invisible que contiene el garage y las habitaciones de invitados más un volumen principal (que contiene salon, comedor y dos habitaciones) que se levanta dramáticamente hacia el Sur, generando una gran apertura de doble altura que se eleva sobre las casas vecinas, robando vistas al mar.
La estructura es un monocasco de hormigón con terminaciones interiores de madera. El tratamiento de las fachadas responde a los vientos dominantes. El comedor se sitúa en el lado Oeste – el más reparado – donde una gran ventana curva y una sutil angulación de la fachada crea una vista panorámica ininterrumpida. Por el contrario, la fachada Este estás definida por un ‘código de barras’ una serie de aperturas verticales, altas y estrechas.
The structure of this house is dictated by two opposing factors: On the one hand the sloping terrain, perpendicular to the beach on the second row from the ocean. On the other hand a specific requirement from the client – a former Triathlon athlete to include a 25mt pool as part of the project. The answer to these demands is a two-storey building – long and narrow – flanked by the pool.
The massing of the building is composed by two distinct elements: an almost invisible base (containing the garage and guest rooms) and a main volume (containing living room, dining room and two bedrooms) that rises up dramatically, towering over neighboring houses and creating a double height space with spectacular views. The structure is a cast concrete shell with interior finishes in wood. The arrangement of the façades responds to the prevailing winds. The dining room is located on the west side – the most protected – where a large curved window and a subtle angulation of the facade allows for an uninterrupted panoramic view. Conversely, the east façade is defined by a ‘barcode’ – a series of tall and narrow openings.
En 1990 Diego Montero era un joven arquitecto porteño para quien Punta del Este había sido siempre un lugar de vacaciones y donde había empezado a hacer algunas obras dispersas desde el año 80. Casi todas pequeñísimas rusticas y elementales, pero con un sentido del lugar y del savoir vivre muy personal y característico que poco a poco fue ganando cultores y adeptos. Hoy, cuando ya hace más de 20 años desde que se instaló definitivamente con su familia en Manantiales, es prácticamente imposible hacer más de dos cuadras por esa angosta franja sobre el mar que va desde el puente de La Barra hasta Jose Ignacio sin cruzarse con alguna casa u obra suya.
Y si bien es cierto que el mero aspecto cuantitativo es impresionante – desde el año 90 ha construido un promedio de entre diez y quince casas por año – tal vez sea más interesante aún el hecho de que muchas de sus obras (como el restorán Los Negros, en José Ignacio, o más reciententemente el hotel de Garzón, ambos de Francis Mallmann) hayan sido la piedra fundacional y el motor de arranque para desarrollos posteriores.
In 1990 Diego Montero was a young architect from Buenos Aires, for whom Punta del Este had always mostly a holiday destination. A place where he had built a handful of houses, with a very unique sense of place, that were slowly gathering a cult following. Now, more than 20 years after he decided to make that area his permanent residence, it's virtually impossible to walk for more than a couple of blocks, along that narrow strip between La Barra and Jose Ignacio, without bumping into one of his houses. Aside from the impressive volume of his output – he has bult an average of 10 houses a year over the last decade – it is perhaps more interesting that many of his projects (such as Los Negros restaurant, or more recently the Hotel Garzón, both for Francis Mallmann) have become stepping stones for developments to follow.
E-10 km 12
Sant Joan de Labritja
Ibiza 07810
Contacto
info@diegomontero.com
+598 95002 765
Costanera a la Barra s/n
El Tesoro
Maldonado 20001